
En todos los males que nos suceden, miramos más la intención que el efecto. Una teja que cae de un tejado puede herirnos más, pero no nos aflige tanto como una piedra lanzada adrede por una mano malintencionada. El golpe marra en ocasiones, pero la intención jamás falla en su ofensa.
Jean-Jacques Rousseau, Las ensoñaciones del paseante solitario, traducció de Mauro Armiño, Alianza Editorial, 2016.